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«No hay día en el que te vayas vacío del taller»

La ceramista y escultora Natàlia Ferré ha inaugurado su nuevo estudio en la calle de Reding de Tarragona, un espacio donde, además de vender su obra, tiene el taller e imparte cursos abiertos a todos los públicos

Natàlia Ferré en su estudio de la calle de Reding, este martes.Tjerk van der Meulen

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Josep Ahumeda es modista y figurinista especializado en el mundo del espectáculo. Después de vivir más de veinte años en Madrid, trabajando para clientes como la Compañía Nacional de Danza, volvió a Falset, el pueblo desde donde cada semana se desplaza a Tarragona para ir al taller de Natàlia Ferré.

Se apuntó, explica, porque «conocía su obra y soy admirador del arte». Ahora ya está haciendo el tercer taller, y asegura que, con el tiempo y su guía, ha aprendido que «una artista es mucho más que lo que transmite una figura de barro». Desde que la conoce, admite, «prefiero la escultura», apuntando que «no hay día que te marches vacío del taller, porque la misma Natàlia es barro».

Josep es sólo uno de los alumnos que Natàlia recibe en su nuevo local, situado en la calle Reding de Tarragona. Se ha trasladado este mismo otoño, dejando atrás el estudio que tenía en el Port. Aquí, explica, lo tiene todo para trabajar en su obra, impartir los talleres y mostrar sus piezas, que están en venta.

La tienda, que está en la entrada, es también un recorrido por su evolución artística, desde las primeras figuras femeninas e infantiles, estiradas al estilo de Modigliani y Giacometti, hasta la mujer voluptuosa, femenina y maternal, despojada de capas y de elementos decorativos.

«Después de la exposición Lo fruit que presenté en el Port de Tarragona y que ahora se puede ver en el Museo Terra de l'Espluga, empecé a cambiar. Ahora me gusta trabajar sobre todo con diferentes tipos de tierra y sin cubierta, para que prime la forma», explica.

La misma artista admite que dar clases también ha hecho que aprenda a ser más crítica con sus propias piezas, a mirarlas de manera que enseguida ve por dónde tiene que trabajar. Lo mismo les pasa a sus alumnos. «Con Natàlia he aprendido muchas cosas, pero todavía me queda mucho camino», admite Josep, quien también constata que «no se trata de hacer lo que ella hace, sino de jugar a lo que ella juega».

Su objetivo, anuncia, es llegar a hacer «esculturas en movimiento, con trajes y barro». Los talleres de Natàlia Ferré son periódicos, y en el mes de enero empezarán nuevos. En las sesiones se trabaja el modelado con tierra a partir de los proyectos de los alumnos. También se hacen monográficos de retratos o partes del cuerpo, entre otros.

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