Comercio
Por solidaridad o por obligación: las pescaderías de Tarragona se resienten de la huelga
Los locales de la calle cierran a la espera de pescado fresco y los puestos del Mercat Central trabajan a medio gas
La huelga de dos días de los pescadores tarraconenses se ha resentido en las pescaderías de la ciudad. Ayer, los locales de la calle cerraron por solidaridad y a la espera de pescado fresco, mientras que los puestos del Mercat Central trabajaron a medio gas. La copropietaria de Peix Tinet, Maria Caparrós, apuntó que están «en unas circunstancias bastante preocupantes».
«Sobre todo para los pescadores, pero después de estos venimos nosotros», dijo, antes de apuntar que la iniciativa europea transformaría por completo la esencia del Mercado de la capital de la demarcación, porque «uno de sus principales motores es el pescado de Tarragona». Paradas como la de Caparrós viven día a día. «De momento hoy hemos podido abrir porque hay producto, pero mañana no sabemos si podremos», dijo.
Varias paradas tuvieron que recurrir a MercaBarna para ofrecer género. La propietaria de la Pescadería Carmeta, Maria del Carme Budesca, aseguró que ya han empezado a notar los efectos del parón de los pescadores y apuntó que sienten incertidumbre de cara al futuro, en el que las pescaderías que quieran continuar adelante lo tendrán que hacer «con pescado de fuera o de piscina». Así y todo, también expresó que no pierden la esperanza de que haya un cambio en las negociaciones para revertir la situación. «El producto de proximidad es salud», dijo.
La propietaria de Pescadería Encarna, Encarna Sánchez, explicó que su comercio se ha visto obligado a adaptarse con pescado de fuera, proveniente sobre todo del Atlántico. También mostró su preocupación por las restricciones propuestas y expresó que «es inviable» que el sector de la pesca sobreviva con 28 días de trabajo.
Sánchez resaltó que Tarragona tiene «un producto bueno» y que «hay gente de otros países que viene sólo para consumirlo». «Hemos trabajado de forma normal y mañana, en principio, también. Pero si es verdad que los clientes preguntan y comentan. Están preocupados por todo lo que se está informando», explicaba una de las trabajadoras de Herminio Peixateries.
En este sentido, los compradores se veían afectados de formas diversas. «He comprado pescado, pero muy poco, lo que gasto normalmente. Por Navidad en casa no acostumbramos a comer y no nos afectará mucho la huelga», expresó Ana Isabel Vidal, una compradora. «Yo he comprado lo que he podido porque tampoco había mucha opción. Compraré para Navidad la semana que viene, que espero que haya de todo», decía Martí, otro cliente.
Vuelven a abrir por la tarde
Si bien los puestos del Mercat trabajaron, la mayoría de las pescaderías de calle estaban cerradas o bien por solidaridad o bien por obligación, como no disponían de pescado fresco. Era el caso de la Pescadería Marisa, en la avenida Ramón y Cajal, que colgó un cartel donde expresaba que «este problema nos afecta a todos». De igual forma, los dos establecimientos de Peixateria Amparo en la ciudad bajaron la persiana por falta de pescado fresco y no abrirán hasta esta tarde, cuando los pescadores vuelvan del mar.