Los buses de la EMT de Tarragona se trasladarán al nuevo intercambiador de Battestini en marzo

Los autobuses de la Empresa Municipal de Transport de Tarragona (EMT) se trasladarán al nuevo intercambiador de Battestini en el mes de marzo. De momento, la nueva infraestructura sólo acogerá los buses del plan alternativo de Renfe, que hasta ahora se han ubicado en la avenida Roma.

Después de nueve meses de obras y de una inversión de 1,2 millones de euros, se ha inaugurado este martes al mediodía el intercambiador, que dispone de dos rotondas, cuatro carriles, una acera de 9 metros y más espacios verdes.

El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha afirmado que el espacio se convertirá en la nueva estación central municipal y que permitirá «optimizar» y «racionalizar» las líneas diseñadas en los años 80, una vez esté terminado el estudio de reestructuración.

Actualmente, el servicio de la EMT tiene 11 millones de viajeros. Se trata de un millón más respecto el año pasado, mientras que antes de la pandemia esta cifra era de nuevo millones. En la inauguración de las obras del intercambiador, el alcalde ha destacado que la nueva infraestructura favorecerá el intercambio modal de transportes y la reorganización del servicio municipal, puesto que permitirá ordenar las líneas actuales y descongestionar puntos como la calle Pere Martell, Prat de la Riba o Ramon y Cajal.

«Las actuales líneas son de los años 80, la ciudad ha cambiado urbanísticamente y socialmente y también lo ha hecho la movilidad, por eso, nos queremos adaptar a los nuevos hábitos de los tarraconenses, nunca tantos ciudadanos habían utilizado el servicio», ha aseverado el alcalde. Viñuales ha explicado que el nuevo intercambiador dispone de cuatro carriles de circulación, dos por sentido, hecho que permitirá «optimizar» los tiempos y la distancia de los recorridos de los vehículos municipales. También ha destacado la conexión entre la calle Pere Martell y la avenida Roma.

Según Viñuales, la reforma ha permitido urbanizar la zona, con una acera de nuevo metros, que ofrece un espacio más ancho de espera de los viajeros. También más áreas verdes, con arbolado y la creación de medias con césped, así como la eliminación de un carril de circulación en la calle Domènec Guansé que se transforma en zona verde. Además, el intercambiador se conecta con la estación de autobuses de la ciudad con un paso de peatones situado a la zona central. «No es solo un intercambiador, sino una manera de dignificar esta zona, somos conscientes que Pere i Martell tiene problemas, tenemos que perseverar, este parque se dignifica con más luz», ha dicho.

Buses del plan alternativo

Segundos Renfe, los autobuses del plan alternativo empezarán a circular desde el intercambiador de Battestini a partir de este mismo miércoles. De este modo, dejarán la avenida Roma, punto donde se han ubicado desde el 1 de octubre cuando se puso al marchar el plan para contrarrestar las obras del túnel de Roda de Berà, que se prevén que se alarguen hasta el mes de marzo. Por eso, la operativa de la EMT no se trasladará a Battestini hasta el mes de marzo. «Ahora mismo, la compatibilidad- de las dos operativas- sería compleja», ha asegurado el alcalde de Tarragona.

El gobierno municipal también resta a la espera del estudio para rediseñar la red de transporte municipal para reestructurar líneas y paradas, y adecuarlos a los cambios urbanísticos y los nuevos hábitos de movilidad.

Renovación de la flota

Viñuales ha recordado que han impulsado un plan de inversión «ambicioso» para renovar más de la mitad de la flota actual en un plazo de tres años, con una inversión de 11 millones de euros. Su objetivo es modernizar los 77 autobuses, la mayoría con más de 18 años de antigüedad. Este 2024, se ha adjudicado la compra de cuatro buses eléctricos y seis de híbridos, que se incorporarán a la flota el 2025. Así, el 30% de los vehículos serán de bajas emisiones el 2025, y el 2027 más del 50% de la flota estará renovada con tecnologías sostenibles.

Inversión de 1,24 MEUR

La obra del intercambiador de Battestini han tenido un coste de 1,24 millones de euros y arrancaron el marzo pasado. Los trabajos se incluyen en el proyecto Tarraco Sostenible por el cual el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible concedió una ayuda Next Generation. Este proyecto incluye la implantación, puesta en funcionamiento y fortalecimiento de la ZBE y la adquisición de nuevos autobuses.