Ignasi Blanch despliega su universo en el Port de Tarragona

Todo lo que hay en la exposición Big Parade. La processó d'Hivern, que se inauguró el pasado viernes en el Tingaldo 2 del Moll de Costa de Tarragona es extraordinario. Empezando por el hecho de que es la primera vez que Ignasi Blanch presenta una exposición de carácter retrospectivo de estas dimensiones, que también incluye obra inédita. «Es emocionante», admitía el mismo artista días antes.

El esqueleto de la exposición es un mural de gran formato (30 metros por 2,40 metros de alto) que el artista de Roquetes ha creado especialmente por Tarragona, donde se ve una gran parade o desfile de personajes. 

Él mismo explica que estos desfiles son recurrentes en su obra, fruto del recuerdo de las procesiones que veía cuándo era pequeño desde su casa, situada delante de la iglesia de Roquetes (Baix Ebre).

En el muro de Tarragona desfilan personajes de la fantasía blanchiana (mujeres con faldas elegantes, hombres con sombrero medio acabado, enanos, algún personaje desnudo...), con referencias a Alícia en el país de las maravillas, Fellini o Pina Bausch. Y, como regalo de Navidad para los visitantes del Port, el artista ha añadido a tres personajes que los niños tendrán que encontrar.

En la realización de este muro, Blanch ha trabajado con alumnos de la Escuela de Arte y Diseño de Tarragona (Georgina Palazón del CFGS de Ilustración, Emily Hincapié, Gabriela Alicia Grohovaz, Queralt Osorio i Florencia Ordera del CFGS de Artes Aplicadas al Muro y Sheila Requena del CFGS de Fotografia), y de la Escuela de la Mujer de Barcelona.

Este trabajo, admite a Ignasi, coincide con una nueva etapa vital: «A medida que te vas haciendo mayor, oyes que tienes más libertad y que ya no tienes que demostrar nada». Esta libertad se detecta con detalles como el paso del azul –referente en la obra del artista hasta el punto que se habla del Blau Blanch- al rojo: «El cambio al rojo vibrante, el rosa y el amarillo luminoso tiene que ver con un estado de ánimo nuevo. Después del azul, más introspectivo, oigo que estoy en un momento de renacer, de disfrutar con el trabajo hecho, de descubrir cosas nuevas y, sobre todo, de entender que la vida se tiene que disfrutar».

La exposición del Port, sin embargo, es también una buena oportunidad para conocer la trayectoria de Blanch a través de suya obra, empezando por sus trabajos en el campo de la ilustración, que se muestran en la primera sala. Allí, además, Ignasi expone mucha obra propia, piezas de su colección personal donde experimenta con estos desfiles o desfiles, como ejercicios hechos a mano en que su imaginario se despliega en pequeño formado.

El tercer ámbito de la muestra es la sala que recoge la obra de juventud de Blanch, realizada desde 1988 hasta 1993. «Es la parte que me emociona más», admite. Ignasi Blanch es el único representante del estado Español en el proyecto internacional East Side Gallery sobre el Muro. Cuando, el 9 de noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín, Blanch vivía en la capital alemana.

Diez años más tarde, fue escogido para pintar en una parte del muro no derribado, donde plasmó su obra Parlo d'amor. «Esta sala recoge aquella época, desde 1988 que estoy en Berlín hasta que vuelvo, en diciembre del 93». En el fondo de la sala, la obra que Ignasi califica «de juventud radiante» se despliega como en un retablo para rendir homenaje a una época que, admite, le cambió la vida.

«A menudo me dicen que esta obra es muy diferente del resto de cosas que hago, pero en realidad aquí sigo siendo mucho yo mismo: hay intensidad, personajes, hombres desnudos, chicas de pelo largo... En definitiva, mucha biografía mía».

Ignasi explica que reencontrarse con el artista que fue años atrás «era urgente», sobre todo en este momento vital: «me siento muy activo, con muchas ganas de moverme y aprender más cosas, entendiendo que la vida es huidiza».

Big Parade. La Processó d'Hivern se podrá visitar hasta el 16 de febrero de 2025. La entrada es gratuita.