Navidad
Un gran año nuevo para los más pequeños
Ayer al mediodía la plaza Corsini acogió el IV Fin de Año infantil con confeti, juegos y mucha fiesta
Esta noche la plaza Corsini se llenará de música, fiesta y desenfreno, centenares de personas se reunirán delante del Mercado Central para despedirse de este 2024 y celebrar la llegada de un nuevo año. Algunos reflexionarán sobre los últimos doce meses, pensando en propósitos para los siguientes doce. Otros, ya se habrán olvidado pocos minutos después de atragantarse con la uva. Para los más pequeños de la casa, sin embargo, la gran fiesta tuvo lugar ayer en este mismo espacio, que por cuarto año consecutivo se convirtió en el escenario del Fin de Año Infantil. De esta manera, los niños tarraconenses pudieron disfrutar de la emblemática tradición a plena luz del día, siendo los protagonistas de unas campanadas que, en vez de hacer su toque final a medianoche, lo hicieron a las 12 del mediodía.
La plaza, sin embargo, ya estaba llena desde hacía un buen rato. Un mostrador de ajedrez gigante, juegos de béisbol, y cartones ilustrados donde los más pequeños podían fotografiarse poniendo su cara en figuras navideñas, como el cagón o los Reyes Magos de Oriente, garantizaban que ningún niño se aburriera mientras esperaba el gran momento. Algunas familias aprovechaban los instantes previos para decorarse con el clásico cotillón de Fin de Año, observando con curiosidad el gran cañón que estaba siendo instalado en la plaza, que ya terminaba sus últimas preparaciones. «¿Que no ves que la cola es muy larga y eso ya está a punto de empezar»?, decía desesperado un padre a su hijo, mientras este miraba con recelo como una niña golpeaba una pelota con un bate, haciéndola entrar dentro de una red.
A medida que se aproximaban las 12, los asistentes se iban agrupando delante de los dos escenarios situados en la parte posterior de la plaza, que pronto serían ocupados por el futuro Rey y Concubina de Carnaval. La pareja, que todavía era una incógnita, sería la encargada de presentar la anhelada cuenta atrás. Después de unos minutos expectantes, estos fueron finalmente revelados. Daniel Baelo, de la comparsa Disc 45, y Elia Coca, representante de Colours Fantasy, subieron al escenario, haciendo bailar al público al ritmo de La Marina està morena.
Deseos para el nuevo año
El Rey y la Concubina, coronados simbólicamente con la Corona del Roscón de Reyes de Tarragona, hicieron reflexionar a los más pequeños durante la espera, animándolos a compartir sus deseos para el nuevo año. «Una Nintendo Switch»,«Yo quiero la Play 5», decían con entusiasmo, claramente confundiendo la pregunta con la lista de los Reyes. «Que acaben todas las guerras», declaraba con timidez una voz dulce que fue recibida con fuertes aplausos y algunas carcajadas. Un momento tierno que fue interrumpido con la llegada de los cuartos.
Las 12 ya estaban casi aquí, pero de uva se veía poco, y es que una gran parte de los asistentes optó por hacer la cuenta atrás con golosinas. Aún así, la mayoría de niños no probó los dulces hasta más tarde, ya que estaban ocupados observando los confetis y serpentinas que estallaban con cada campanada. Finalmente, el último toque sonó y el cañón final soltó una última descarga de confeti que parecía interminable. A la vez, el carillón empezó a girar, marcando el inicio prematuro del año, que para los tarraconenses más pequeños arrancó al ritmo del Amparito.
Un momento para disfrutar en familia
El acontecimiento reunió centenares de familias, que una vez finalizado, se desplazaban al centro de la plaza para recoger el calendario gratuito de la familia festiva del Mercado, decorado con figuras como la Vieja Cuaresma o el Hombre de las Narices. Aunque el acto estaba lleno de tarraconenses, este también acogió a algunos visitantes. «Vivimos en Valls, pero tenía que venir a Tarragona a recoger la camiseta para la carrera de Sant Silvestre. Así que hemos aprovechado para hacer ‘las mini campanadas’», explicaba Javi, acompañado de sus dos hijos. «Vinimos el año pasado y nos pareció una actividad muy bonita, porque nos permite disfrutar de este momento en familia, ya que los pequeños nunca llegan despiertos a la hora de comida la uva», admitía el vallense.
Otros, en cambio, vivían la experiencia por primera vez. «Ha sido muy divertido. Los niños vienen aquí, juegan con sus amigos y se lo pasan muy bien. Nos encantaría repetir el próximo año», aseguraba Marina mientras sus hijos, Hugo y Víctor, recogían el confeti que todavía se elevaba a su alrededor. «Durante el Fin de Año real, los niños están cansados y no disfrutan de la fiesta; en cambio, hoy han podido ser los protagonistas», afirmaba.
Para algunos, incluso, era la primera vez que participaban en esta tradición «En Italia tenemos otras costumbres, así que nunca habíamos comido uva durante las campanadas», explicaba Maurizio, que ha aprovechado las vacaciones navideñas para visitar Tarragona con su familia. «Nos informaron de la actividad en la oficina de Turismo, y nos pareció una buena idea para conocer mejor la cultura. Ha sido muy interesante y las niñas se lo han pasado genial», aseguraba el turinés.