Bienestar
¿El lunes más ‘azul’ del año?
Esperanza Sebastián, ‘coach’ y educadora emocional, desmitifica el ‘Blue Monday’, el supuesto día más triste del año
Para muchos, el mes de enero simboliza un nuevo inicio, una puerta a nuevas oportunidades, el nacimiento de una versión mejorada de uno mismo. Para otros, el clima frío y los días cortos propios del invierno, combinados con el pesado retorno a la rutina después de las fiestas navideñas, supone un auténtico reto.
En este contexto, a nadie tendría que extrañarle que el «día más triste del año» fuera uno de los 31 que conforman este mes tan agridulce. La efeméride, bautizada como Blue Monday, un color que en inglés a menudo se asocia con la tristeza o la melancolía, se repite cada tercer lunes de enero y nació hace 20 años de mano del psicólogo Cliff Arnal.
Este «descubrimiento», sin embargo, lejos de tener una motivación académica o bases científicas, surge con un objetivo comercial. Por lo tanto, nadie conocería esta fecha si no fuera por el encargo de la agencia de viajes Sky Travel, que buscaba crear un problema para ofrecer una solución.
«Es puro marketing. '¿Estás deprimido? No pasa nada, mira qué viajes más chulos que tenemos’. Fueron muy listos», explica Esperanza Sebastián, coach y experta en educación emocional. A pesar del origen pseudocientífico de la campaña, asegura, es probable que muchos se identifiquen con la fecha escogida.
«Ha pasado un mes desde Navidad, y las fiestas quedan atrás, sin la euforia de las vacaciones ni las celebraciones con amigos. Además, los objetivos y propósitos que nos marcamos a principio de año a menudo ya parecen lejanos; algunos no los hemos empezado y eso genera frustración. Para acabar de adobarlo, llegan las facturas de diciembre. Tiene una base emocional más que científica», afirma.
Según Sebastián, la mejor manera de combatir esta sensación es encarar este día con una mentalidad positiva. «Tenemos que intentar darle la vuelta, no dejar que esta fecha nos condicione. Eso es una situación que se repite a menudo. Lo vemos, por ejemplo, con las rebajas. Nos llegan tantos anuncios que al final sentimos esta necesidad de comprar, cuando quizás no la tenemos. Entonces es mejor mirarlo de esta manera: ‘Si el mundo me dice que este tiene que ser el día más triste, ¿por qué no hacerlo el día más feliz de mi vida?’», propone la coach.
Darle la vuelta al día
Según Sebastián, la felicidad no depende únicamente de las circunstancias, sino que tiene mucho que ver con las pequeñas elecciones individuales del día a día. «Todos tenemos días tristes, es inevitable, pero está en nuestras manos intentar mejorarlos, reflexionar sobre qué es lo que nos pasa y cómo podemos cambiarlo».
La coach, sin embargo, es consciente de que eso no siempre es fácil. «Por eso es importante adoptar el hábito de buscar al final del día tres o cuatro momentos felices de este, durante los cuales nos hemos sentido realizados; y dar las gracias», explica.
La naturaleza, afirma, también juega un papel importante en este proceso. «Aquí en Tarragona tenemos playas, tenemos parques, ¡aprovechémoslos! Puede parecer una tontería, pero salir a caminar y disfrutar cinco minutos del sonido del mar o de la brisa puede tener un gran efecto sobre nuestro estado de ánimo», asegura.
También pone el acento en las relaciones interpersonales, que considera un «elemento vital». «Les amistados y la familia son fuentes de apoyo emocional que nos dan mucha energía positiva», afirma Sebastián.
Les «afirmaciones positivas» y la desintoxicación digital son otros consejos que considera clave para asegurar el bienestar emocional. «Hablarse bien en uno mismo o dejar el móvil durante unas horas siempre es beneficioso. Les pantallas nos pueden llegar a chupar mucha energía, y la información que recibimos a través de estas también. A veces necesitamos pasar un día sin ver el telediario, por ejemplo, y no pasa nada. Estamos constantemente bombardeados por malas noticias y eso al final pasa factura», apunta.
Aprender a respirar
El Blue Monday quizás ha sido declarado la festividad de la tristeza y la melancolía, pero hay un factor, explica Sebastián, que no podemos dejar de lado al hablar del malestar emocional; el estrés. Esta tensión, asegura, se puede rebajar de una manera muy simple: respirando.
«Parece una tontería, porque todos respiramos, pero el problema es que lo hacemos demasiado rápido y de una manera superficial, nuestro sistema nervioso se altera y los músculos se tensan», aclara. «Hace falta inspirar hasta llenar nuestros pulmones, y hacerlo a través de la nariz. De esta manera filtramos el aire que nos rodea y reducimos los niveles de cortisol», concluye la coach.