Sociedad
Desestiman las alegaciones vecinales a la nueva concesión de Mas Rosselló
El Ayuntamiento dice que dispone de los mecanismos legales suficientes para controlar la actividad
El restaurante tarraconense Mas Rosselló está ubicado en una antigua masía catalana.
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Tarragona acordó el viernes desestimar las alegaciones a la nueva concesión de Mas Rosselló. Hace semanas, un grupo de vecinos de la zona dels Cossis presentó reclamaciones al contrato del consistorio.
Los vecinos pidieron que se revisaran los criterios económicos y de viabilidad en la licitación de la concesión. También, reclamaron establecer controles y sanciones claras para evitar que se realicen actividades diferentes de la restauración. Por último, los residentes de la zona ponían en duda los cimientos y estudios para determinar el canon económico de la concesión.
En relación al primer motivo alegado, en los pliegos figuran como obligaciones del concesionario el de sujetarse al horario de apertura y de cierre de acuerdo con la normativa vigente, según explican fuentes municipales. En caso de incumplimiento, la cláusula 22.º establecía la sanción pertinente al concesionario, incluida la rescisión de la concesión.
Con respecto al segundo motivo, la cláusula 25.ª de los pliegos de cláusulas administrativas establece que el concesionario tiene que ejercer las actividades objeto de concesión en los términos y condiciones previstos en los pliegos, con la prohibición de utilizar los espacios e instalaciones para usos y actividades desvinculados de aquellas. «Los mecanismos legales para controlar la actividad objeto de concesión ya están previstos suficientemente en los pliegos de cláusulas administrativas», explican desde la plaza de la Font.
Con respecto al último motivo, se pone de manifiesto en el informe que los servicios técnicos municipales de la Intervención General emitieron el correspondiente informe de valoración del canon concesional de acuerdo estrictamente con el objeto de la concesión, que tal como indica la cláusula 7.ª de los pliegos, establece un canon por importe de 77.244,00 euros al año.
Sin conexión
Además, el Ayuntamiento considera que «no resulta justificada ni probada» la posible conexión entre un canon económico elevado y la mayor probabilidad que se hagan actividades ilícitas y efectos negativos generados por la actividad de restauración en el Mas Rosselló, como se defendía en la alegación. Ahora, la licitación de la concesión se reanudará y se prevé encontrar un nuevo concesionario próximamente.