Judicial
Archivada la querella del exgerente de Tarragona Radio contra una concejala de ERC y una empleada
El juez descarta la falsedad documental en el uso del certificado de Josep Maria Bonet y concluye que no había voluntad de alterar documentos ni de causar perjuicios
El juzgado de instrucción 2 de Tarragona ha archivado la querella presentada por el exgerente de Tarragona Radio, Josep Maria Bonet, contra la concejala de ERC Paula Varas y la secretaria de la empresa, por falsedad documental. Bonet las denunció por el uso no consentido de su firma digital después de ser cesado del cargo. El magistrado ha acreditado que, efectivamente, la firma digital se utilizó para hacer tres liquidaciones de IRPF con la Agencia Tributaria, pero ha afirmado que no hay delito porque no había voluntad de alterar la documentación y que no había riesgo de generar daños. De hecho, Bonet reconoció que autorizó instalar su firma digital en un ordenador de una contable de la empresa para facilitar trámites.
Los hechos se remontan en junio del 2019. Después de las elecciones municipales en las cuales ERC consiguió la alcaldía en detrimento del PSC, el nuevo equipo de gobierno relevó a Bonet del cargo de gerente de la Empresa Municipal de Medios de Comunicación de Tarragona (EMMCT), que incluye la emisora municipal Tarragona Ràdio. Bonet había sido, además, cabeza de gabinete del alcalde socialista Josep Fèlix Ballesteros. La concejala responsable del área y que también se convirtió en presidenta del EMMCT fue Paula Varas.
En un auto, el juez ha considerado probado que en junio del 2019 se revocaron los poderes generales de Bonet, pero no se le retiró «un poder especial de carácter mercantil que llevaba aparejado la firma y certificado digital» que permitía que el exgerente firmara con el nombre de la empresa. El consejo de administración del EMMCT no revocó todos los poderes mercantiles de Bonet hasta el 28 de noviembre del 2019. No obstante, el magistrado ha destacado que no fue hasta el 31 de julio del 2020 que Varas firmó el documento para renovar el certificado de Persona Jurídica de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para poder firmar electrónicamente.
Durante este tiempo, Bonet descubrió que su firma electrónica se había utilizado para firmar tres liquidaciones de IRPF y después de haber enviado un burofax a las dos investigadas alertándolas de la situación y no haber obtenido respuesta, las denunció.
Después de las declaraciones de las partes y de trabajadores de la compañía, el magistrado ha considerado que no hay delito porque no hay ninguna voluntad de falsificar los documentos presentados a la Agencia Tributaria. «El documento presentado era real en todos sus elementos y estaba firmado y autorizado según el procedimiento normal de la empresa; lo único que no era correcto es que la firma se hizo con el certificado digital del anterior gerente», ha indicado el juez, que sigue: «el uso de este certificado digital fue posible porque, tal como reconoce el querellante, estaba instalado en el ordenador de otra persona, que es quien habitualmente firmaba este tipo de documentos». Al mismo tiempo, ha destacado que la firma de Bonet no afectó al funcionamiento de la empresa y que Varas y la secretaria no sabían que se había utilizado la firma de Bonet cuando ya no era gerente.
Sospechas de corrupción
Este caso forma parte de las denuncias cruzadas que tienen Varas y Bonet para la gestión de Tarragona Radio. La concejala republicana, cuando era presidenta del EMMCT, llevó a fiscalía pagos que considera irregulares y ajenos al objeto social de la radio por valor de 800.000 euros entre el 2009 y el 2019, y acusó Bonet -en tanto que gerente-, de ser el responsable. La investigación continúa abierta.
En un comunicado emitido este lunes, ERC ha afirmado que la denuncia que ahora se ha archivado «pretendía desviar la atención del presunto caso de corrupción en Tarragona Ràdio». Por su parte, Paula Varas ha manifestado en uno otra nota, que sufrió 'lawfare y acoso personal y político' y ha reivindicado su «integridad y honorabilidad después de años de difamaciones».