Sociedad
«Para arreglar la vivienda, se tiene que invertir en trenes. Vamos tarde»
La Cámara de Propiedad Urbana organiza hoy una jornada en la que Daniel Roig, presidente de la APCE, analizará la situación del sector en el territorio
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Los promotores y constructores piden un plan político a largo plazo para solucionar la situación actual.
«Hay una demanda muy alta de vivienda, tanto de compra como de alquiler, y no se está construyendo porque a la iniciativa privada no le sale a cuenta». Así resume Daniel Roig, presidente en Tarragona de la Asociación de Promotores y Constructores (APCE), un problema que no es de ahora, sino de hace tiempo. «Quien tenía que hacer los deberes, la clase política, lleva muchos años sin hacerlos. No hemos llegado aquí por el covid, vamos tarde con muchas cosas», dice Roig.
Para revertirlo, el presidente de la APCE expone que se tienen que hacer políticas que piensen en el largo plazo. «Los precios no paran de subir porque los costes de producción suben. No por la especulación. El 25% del precio de un piso son impuestos. Esto es una cosa que se podría rebajar», comenta Roig.
Además, el presidente ve una falta de «‘territorialización’» de las leyes. «Los gobiernos regulan para solucionar problemas del Eixample de Barcelona y acabas afectando a todo el territorio, porque no discrimina. Tienes un problema allí, pero no en el resto de ciudades», explica Roig.
«No podemos estar tan contentos con una nueva sede de Google para 200 empleados en Barcelona y pensar que no subirá todavía más el precio de alquiler. ¿Por qué no vienen a Tarragona? Para arreglar la vivienda, se tiene que invertir en trenes y que la gente pueda vivir en Tarragona y trabajar en Barcelona», añade el presidente.
Aligerar licencias
Otra opción también sería rebajar las licencias municipales. «El promotor tiene que pagar unos diez mil euros. Pero aquí nadie quiere renunciar a su parte del pastel», dice Roig. Más allá de la cuestión económica, el presidente apunta que se tiene que intentar acortar la duración del proceso.
«El ciclo de empezar a hacer un bloque de pisos puede durar cinco años perfectamente. La promoción es lenta. Para conseguir la licencia puedes tardar un año y las obras pueden durar tres más», afirma Roig. Con respecto a la promoción pública, el presidente se muestra escéptico.
«El 70% de las viviendas para alquiler social los continúa haciendo la iniciativa privada. La Administración no actúa como dice. Está cediendo terrenos a 75 años para que algún privado construya. Hemos tardado demasiado en entender que la solución se encuentra en la colaboración publicoprivada», concluye Roig.