Sociedad
El Correllengua universitario llega a Tarragona para defender el uso de la lengua en las aulas
La primera edición, llegaba a la ciudad después de haber salido el lunes desde Lleida
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El recorrido empezó en el Campus Sescelades y finalizó en el Campus Catalunya de la URV.
Todavía quedan un par de días para el arranque del Carnaval, pero ayer parecía que la fiesta se había adelantado. Las calles de Tarragona se llenaron de música y juerga, mientras un grupo de universitarios, siempre dispuestos a combinar fiesta y reivindicación, recorrían la ciudad con una misión clara: mantener viva la llama del catalán.
El Correllengua universitario, en su primera edición, llegaba a la ciudad después de haber salido el lunes desde Lleida. Hoy, la llama pasará por Girona y finalmente mañana será recibida en Barcelona. La iniciativa, impulsada por el Consell Nacional de la Joventut de Catalunya con la colaboración de Òmnium Cultural, reclama defender el uso de la lengua catalana en las aulas, especialmente en los másters, donde este no llega al 40%.
En Tarragona, la jornada empezó a las 12 h en el Campus Sescelades, donde un pilar de los Pataquers y la lectura del manifiesto dieron el pistoletazo de salida en el recorrido. Un trayecto que finalizaría a las 14 h al Campus Catalunya, con un paro previo al Camp de Mart, donde la charanga Pujats de To esperaba a los corredores para acompañarlos durante el último tramo. A medida que se acercaba la hora, más estudiantes llegaban a las puertas del parque para dar la bienvenida a sus compañeros.
«El catalán es una lengua minorizada, que no es lo mismo que minoritario, y es muy importante darle visibilidad. No podemos perder nuestra cultura», explicaba Núria Sainz, alumna de segundo de Filología Catalana. Los estudiantes de su curso, explicaba, han colaborado con la organización de la actividad en Tarragona, que ha ido a cargo, sobre todo, del alumnado de cuarto. «Somos un grupo muy pequeño, pero también muy comunitario», apuntaba. Un hecho que se hizo evidente en el momento en que los corredores llegaban, sin aliento pero con una gran sonrisa, en el Camp de Mart. Allí el grupo aprovechó el momento para volver a encender una llama que, a pesar de haberse apagado durante el camino, nunca había dejado de quemar.
La antorcha, en mano de Laia Ventura, recuperó su fuego, y después de un merecido rato de celebración, la comitiva reanudó la marcha. «Poder celebrar el Correllengua por primera vez aquí, en nuestra ciudad y en nuestra universidad es muy emocionante», aseguraba Ventura, estudiante de cuarto de Filología Catalana. A pesar del esfuerzo, la joven no había perdido la energía, bailando y cantando al ritmo de la charanga mientras animaba a sus compañeros. «Tarragona es una ciudad de subidas y bajadas, y en algunos momentos nos hemos replanteado correr muchas cosas», admitía entre risas. No obstante, afirmaba «las ganas y la motivación» predominaron durante el recorrido. «Al ver el Camp de Mart pleno de música y ambiente nos ha animado a correr con incluso más ganas», añadía su compañero, Oriol Veciana.
Finalmente, el Correllengua culminaba su etapa tarraconense en el Campus Cataluña, donde lo esperaba una gincana y un vermú popular. Antes, sin embargo, la plaza universitaria acogía una última lectura del manifiesto. «Queremos que la lengua catalana se mantenga viva y fuerte. ¡No digamos que es complicado, actuemos! ¡No digamos que es imposible, hagámoslo posible», concluía Veciana sobre el escenario.