Carnaval
El Recinto Ferial acogió la Disfress d'Or en tres pases diferentes por el 25.º aniversario
La comparsa Platinum se proclama ganadora de la edición 2025

Gala de la Disfressa d'Or.
Música, plumas, disfraces, amigos, familia. Y bailar. Todo el día y la noche. Si alguien tuviera que celebrar su vigésimoquinto aniversario esta combinación sería una muy buena opción. Pero si cada año ya celebras una gran fiesta, el año de los 25 tienes que hacer una todavía mayor. Y eso es lo que hicieron ayer las comparsas y la organización de la Disfressa d'Or de Tarragona.
Durante toda la tarde, en la Part Baixa y los alrededores del Recinto Ferial se vivió un gran ambiente, festivo y de hermandad entre comparsas, familiares y amigos de los participantes. Al hacer diferentes pases, el público que ya había visto la gala compartían expresiones con aquellos que todavía no la habían visto y esperaban a la última sesión.
Los tarraconenses, que llenaban la sala, se entregaba a las actuaciones con utensilios de luz de todo tipo desde desde el principio. La gala empezó con una gran actuación reivindicativa. «No hay más que salir del puñetero armario, yo soy el que soy». Como de costumbre, las parroquias de cada comparsa animaban y gritaban a los suyos cuando salían en pantalla y en el escenario. El Recinto Ferial, bien acondicionado para el acontecimiento, fue una gran fiesta de aniversario donde todo el mundo hacía años y sentía la celebración suya.
Al anunciar la cuantía de los premios, hubo algunos tímidos silbidos, aunque este año han subido la cantidad de los premios. El alcalde Rubén Viñuales no estuvo presente. Al acabar las actuaciones, las comparsas entregaban un objeto representativo a los presentadores de la gala, que los hacían. En medio, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, envió un mensaje de felicitación a toda la organización y participantes. También hubo tiempo para hacer referencia con la polémica de la TAP y ya había quien optaba por ocupar el recinto para poder ir el próximo año.
Al acabar el concurso, representantes de todas las comparsas salieron a platea para compartir un gran momento de hermandad y desenfreno, puro Carnaval tarraconense. Entre todos, se sopló el último y grande pastel de aniversario. Todas las comparsas ovacionaron y se emocionaron con las ganadoras, pero el concurso era lo menos importante. No podía haber mejor fiesta de aniversario.