Las multas en las zonas de 30 km/h se incrementan más de un 40% en Tarragona el último año

Les multas por conducir por encima de los treinta kilómetros hora en las zonas no permitidas han incrementado más de un 40% en Tarragona en el último año. En el 2023, la policía tarraconense interpuso 1.488 sanciones, mientras que en el año pasado la cifra ascendió hasta las 2.126.

Esta subida es debida al aumento de controles de velocidad, según explican desde la Urbana. «El control de velocidad es necesario para promover y garantizar un tráfico más seguro, eso quiere decir más seguridad para los conductores, pero también para los peatones», explica Manel Vázquez, Intendente Jefe de la Guardia Urbana.

A lo largo del año, el cuerpo policial lleva a cabo este tipo de controles en diferentes puntos de la ciudad. La Urbana tiene diferentes puntos estratégicos que cubren toda la ciudad, los polígonos también.

«Es importante hacer estos controles también para concienciar los conductores de la necesidad de respetar los límites de velocidad y para fomentar la convivencia en la ciudad de peatones, ciclistas, motoristas, usuarios de VPM y de conductores de vehículos en motor», expresa Vázquez.

La Guardia Urbana también hace planos de acción en zonas donde los mismos vecinos trasladan a los policías que hay vehículos que no respetan la velocidad y ponen en riesgo la seguridad de la ciudadanía.

«Reducir la velocidad es clave para que la ciudad sea un espacio más seguro para los colectivos más vulnerables, sobre todo los peatones y los ciclistas. Circular a la velocidad adecuada permite que el conductor tenga más capacidad de reacción ante un imprevisto y pueda actuar con más rapidez para evitar un accidente», dice el Intendente Jefe.

Desde el 2020

En septiembre del 2020 entró en funcionamiento el sistema llamado Tarragona Ciutat 30. Hay que recordar que aquel año, fue el del confinamiento por la Covid y durante más de tres meses no se hicieron controles. 

Se modificó la parte de la ordenanza de convivencia que regula la circulación de todo tipo de vehículos por la ciudad con el principal objetivo de situar a las personas en el centro de la planificación urbana y conseguir una movilidad urbana «sostenible, más segura y saludable». 

«Es importante tomar conciencia del peligro que supone no respetar las limitaciones de velocidad, tanto para uno mismo como para el resto de usuarios de la vía pública y por eso pedimos siempre prudencia y responsabilidad en el volante», sentencia Vázquez.

Se calcula que reducir la velocidad de 50 km/h a 30 km/h disminuye cinco veces la probabilidad de morir en caso de atropello. Les sanciones para exceder la velocidad permitida oscilan entre los 100 y los 600 euros, y la retirada de 0 a 6 puntos, en función de la gravedad de la infracción.