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Patrimonio

Tarragona tiene un total de 732 bienes a proteger según la normativa del Patrimonio Cultural

El catálogo clasifica los bienes en tres niveles: de Interés Nacional, de Interés Local o bien Cultural

Imagen de la fachada de la casa Dolores Melendres, en la Rambla Nueva número 50, catalogada como BCIL

Imagen de la fachada de la casa Dolores Melendres, en la Rambla Nueva número 50, catalogada como BCILGerard Martí

Carlos Domènech Goñi
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Tarragona

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La ciudad de Tarragona cuenta con un total de 732 bienes que, según la normativa del Patrimonio Cultural, hay que proteger. Eso demuestra que el patrimonio tarraconense va más allá de los vestigios romanos que otorgaron en la ciudad la calificación de Patrimonio de la Humanidad ahora hace veinticinco años.

El inventario de bienes cuenta evidentemente con el conjunto patrimonial de Tàrraco, pero también hay otros. Masías, esculturas modernas, puentes, edificios de viviendas, almacenes o iglesias, entre muchos otros, forman parte del Catálogo de Bienes a Proteger de la ciudad.

Se elaboró el año 2021 y está vinculado a la aprobación de las Normas de Planeamiento Urbanístico, la normativa vigente hasta que se apruebe un nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal.

La titularidad de los bienes es diversa. El Ayuntamiento, la Generalitat, el Arzobispado, entidades y particulares intervienen en la conservación de los más de 700 elementos. Por lo tanto, toda reforma, rehabilitación o actuación en estos elementos tiene que pasar los correspondientes filtros burocráticos y seguimiento por parte del equipo técnico del consistorio y la Generalitat.

Los bienes se clasifican dentro del catálogo en tres niveles: Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), bien Cultural de Interés Local (BCIL) o bien Cultural (BC). Eso otorga a cada elemento un nivel de protección diferente según su importancia patrimonial, siendo los BCIN los más sensibles a la normativa.

Aquí se encuentran todos los espacios, yacimientos, inscripciones y conjuntos monumentales de la antigua Tarraco. «Estos bienes no nos planteamos ni tocarlos, se tienen que preservar como están y actuar para conservarlos según normativa», indica el conseller de Patrimoni de l'Ajuntament, Nacho García.

La normativa sobre los BCIL es un poco más laxa, pero es imprescindible mantener la esencia y conservarlos adecuadamente. Es el caso, por ejemplo, del Antiguo Ayuntamiento, el edificio del Consejo Comarcal del Tarragonés, el Banco de España, las escaleras de la Baixada del Toro o la escultura de Mercuri de la plaza de los Carros. Estos son sólo algunos de los centenares de elementos con esta catalogación.

El último nivel es el de los Bienes Culturales, no menos importantes, pero que sobre el papel presentan menos complicación a la hora de una posible rehabilitación o reforma en caso, por ejemplo, de edificios de viviendas.

En este ámbito se encuentran décimos de edificios de viviendas, islas de casas como la de La Salle, o esculturas, como el Niño con la Oca del paseo de las Palmeras, el Abuelo Virgili de la Rambla Nova o el Maginet de la plaza Imperial Tàrraco.

«Mucha gente no sabe que vive en edificios protegidos»

El conseller de Patrimonio reconoce que él mismo se sorprendió de la gran cantidad de bienes a proteger con qué cuenta Tarragona. «Mucha gente no sabe que vive en edificios protegidos», expresa. De hecho, la ciudadanía toma conciencia de la situación cuando presenta proyectos de rehabilitación de fachadas o simplemente pide un permiso de obra para modificar algún elemento.

La Rambla Nova y la calle Unió, por ejemplo, tienen una catalogación de protección de entorno, motivo por el cual todas las fachadas de estas calles están protegidas y tienen que seguir unos protocolos en caso de que se quiera actuar.

El catálogo elaborado el año 2021 es similar a lo que se redactó el año 2013 con la aprobación del antiguo POUM. Ahora, habrá que elaborarlo nuevamente. En este sentido, García asegura que «será necesaria una revisión del catálogo para añadir, modificar catalogaciones o retirar bienes que aparecen y que, con el paso de los años, han desaparecido».

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