Alcover: pasado medieval, fósiles y una naturaleza de cuento

Más allá de las propuestas festivas y culturales que se organizan, el pueblo de Alcover y su entorno natural merece estar descubierto a fondo, sea cuál sea la época del año.

El centro histórico guarda atractivos como la Iglesia Vieja. De estilo románico, sólo se conservan restos del ábside, de algunos arcos y del rosetón, que permiten imaginar cómo era el templo. Dentro del casco antiguo del pueblo, podemos encontrar otras edificaciones relevantes repartidas por calles y plazas. Hay que detenerse en la plaza Nova. El espacio acoge el ayuntamiento y otras casas de interés arquitectónico y destaca sobre todo el hecho de estar porticada. Uno no se puede marchar de Alcover sin haber visitado la Iglesia Nueva, que se caracteriza por su campanario inacabado; una pieza clave en elskyline alcoverense. Otro imperdible es el Museo, donde podemos ver fósiles marinos del triásico únicos en el mundo.

Ahora bien, si hay un elemento que atrae visitantes en Alcover es su naturaleza. Enclavado a las Montañas de Prades, el pueblo tiene uno de los lugares más cautivadores de la zona, el Valle del Glorieta. Caminar por este entorno natural transporta hacia un mundo mágico y llegar al archiconocido Nido del Águila se convierte en el mejor regalo que uno senderista puede recibir en una excursión.