Ocho apellidos salouenses

Este 30 de Octubre los y las salouenses soplamos velas. Nada más y nada menos que 33 años desde el gran día que el Tribunal Supremo concedió la independencia administrativa tan anhelada por el movimiento popular que promovía el proceso segregacionista fundamentado en que el desarrollo, modernización, inversiones e infraestructuras debían corresponderse a una gran villa. Salou acoge a más de 30.000 habitantes de 102 nacionalidades durante todo el año y aunque solo el 12% de nuestros vecinos han nacido en Salou, es un orgullo llevar el gentilicio de salouense con la satisfacción de conservar la identidad de pueblo, de ir por la calle Barcelona y que nuestros padres y abuelos pregunten a la gente joven: ¿Y tú de quién eres? Sabiendo que identificarán a su parentesco en un abrir y cerrar de ojos.

Somos una ciudad capaz de convivir con 250.000 personas en verano, capaz de albergar el parque temático más grande de España, capaz de ser una de las ciudades más solidarias y con más refugiados per cápita del estado. Salou es única, y da igual cuantos años, meses o días resides en nuestro municipio. Estoy orgulloso y agradecido a mis padres, inmigrantes extremeños y andaluces, por haberme enseñado a adorar esta ciudad y quererla como se merece, por haberlos acogido con los brazos tan abiertos que nunca les lastró para su integración el no tener apellido salouense, igual que a gran parte de mis vecinos y vecinas. Salou es un municipio social, acogedor... Es especial, Salou es de todos y de todas, y ha sido, es y será siempre libre.

Estoy convencido que alcanzará todas las metas. No tiene límites. Siempre quedaremos agradecidos a aquellos y aquellas que lucharon durante tantos años por conseguir la identidad que hoy tenemos y de la ciudad que disfrutamos.